viernes, 14 de abril de 2017

QUE ES LA LOGÍSTICA

¿Qué es la Logística? ¿Por qué la Logística? 
¿Para qué la Logística? ¿Cuándo la Logística?

Autor:
Ing. Solange Noguera
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Departamento de Gerencia de Procesos
Facultad de Ingeniería de la UCV
Escuela de Ingeniería de Procesos Industriales
Núcleo Armando Mendoza
Cagua-Estado Aragua-Venezuela
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El término logística sugiere planificación, previsión de acciones que tienen como fin un logro esperado. ¿Ir a la playa? ¿Qué acciones deben ser consideradas previamente para disfrutar un día playero de solaz y placentero?

Todo ese mecanismo de pensamiento que se pone en marcha en la mente del planificador para programar acciones hacia un fin determinado, tiene que ver de una forma muy general con el término logístico. Iniciemos con el apoyo de la fuente bibliográfica esencial para darle respuesta al qué de la logística. 

Es así que el diccionario de la Real Academia Española, propone como definición: el conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa, o de un servicio, especialmente de distribución. 

Está claro que esta definición devela una realidad importante, esos medios y métodos en forma conjunta tienen la razón de ser porque los recursos e insumos necesarios para la realización de alguna actividad no necesariamente están a la mano de aquél que lo requiera, la historia desde tiempos remotos así lo demuestra, tal como lo refiere Ballou (2004) cuando señala que los bienes que las personas pueden requerir en un momento dado o no se producen en la zona o no están disponibles cuando se desean consumir.

La logística es la respuesta a este desafío. Esta descripción igualmente puede aplicar para los servicios que se prestan para satisfacer igualmente una necesidad determinada. Por otro lado y dándole cabida a las posibles alternativas que pueden abarcar el hecho logístico, la definición de Mora (2011) efectivamente orienta a elucidar el complejo campo de acción, cuando enuncia: “ …se puede definir la logística como la dirección de la cadena de abastecimiento, desde la materia prima hasta el punto donde el producto servicio es finalmente consumido o utilizado; con tres flujos importantes de materiales (inventarios), información (trazabilidad) y capital de trabajo (costes)”.
Ahora tal como se expuso desde el principio, la logística rodea, involucra y compromete las actividades más cotidianas, la definición expuesta con anterioridad puede ubicarse sin llegar a un análisis que revista complejidad, en escenarios


domésticos, del ejercicio profesional y hasta lúdicos, más allá del espacio natural de la manufactura y el servicio, tomando éste último desde el punto de vista de la distribución del producto o en la prestación de algún ejercicio o actividad que requiera de especialidad en algún oficio. 

Para efectos de este escrito el objetivo principal es ubicar al concepto logístico dentro del marco de esa organización que manufactura o presta servicios, aunque y valga la digresión, la definición igualmente puede ser contextualizada a las características del entorno, es por ello que puede encontrarse en la bibliografía existente términos como logística militar, que desde la concepción de la guerra, sugiere todas las estrategias que serán desarrolladas para administrar todos los recursos disponibles que permitan ir al campo de batalla con altas probabilidades de triunfo.

El desafío militar con objetivos de conquista obliga de manera permanente a una revisión cuidadosa de los lineamientos establecidos, partiendo de la premisa que es necesario reducir la incertidumbre al no conocer los planes del adversario, a través de un cuidadoso ejercicio de planificación propia de todos los requerimientos necesarios en una confrontación, incluyendo el componente humano, tomando en cuenta la accesibilidad y disposición.

Lo anteriormente expuesto sin lugar a dudas explica el por qué aplica a las organizaciones empresariales en general, ya que una conveniente apropiación del concepto permitirá navegar de la mejor manera en las aguas turbulentas de los mercados locales o globales, según sea el caso, cuando el objetivo es colocar productos o prestar servicios a clientes potenciales o asiduos, utilizando de manera conveniente las conocidas 3 E, banderas de la productividad: Eficacia, Efectividad y Eficiencia.

La productividad entendida como una proporción entre resultados y recursos utilizados orienta a que el tema logístico esté presente dentro de este tema y es aquí donde cobra importancia. El por qué invita igualmente a reflexionar acerca de una justificación.

Justificar es ofrecer pertinencia y hasta importancia a un hecho determinado. El término logístico determina su presencia dentro de las actividades que cumple una organización porque su esencia es inherente a éstas. Es imposible imaginar un escenario productivo inmóvil, paralizado en el tiempo. Una planta de fabricación es un hervidero de tareas de diferente índole que en una suerte de movimiento continuo desafían a las mentes de quiénes les administran. En ese desafío está la justificación que se menciona al inicio.

La logística ofrece el medio para que los bienes y servicios se encuentren de forma oportuna a disposición de los clientes que los requieren. Nuevamente, vale destacar entonces y ya se anuncia de antemano que ningún bien o servicio posee valor logístico hasta que no está al servicio del cliente que lo demanda.

La logística en una perspectiva actual es un elemento integrador que desde la complejidad que caracteriza al movimiento de mercancías tanto dentro como fuera de la organización, promueve una visión holística que considere no sólo los procesos administrativos y de producción propios de las organizaciones, sino que éstos a su vez se proyecten al concepto de cadena de suministro como un todo.

He aquí entonces donde el para qué orienta a respuestas que se vinculan con un fin, un motivo, una meta. Es indudable que ese motivo está atado a la pertinencia del hecho logístico que no tiene otra finalidad que aumentar la rentabilidad de las organizaciones. Toda iniciativa empresarial dentro de una economía de mercado debe procurar su supervivencia para que de esta manera pueda influenciar positivamente dentro de un contexto social y económico ¿por qué no? y hasta político.

Es por ello que las organizaciones deben procurar para sí mismas un esfuerzo de atención importante a la forma cómo se desenvuelve el entorno que les rodea y cómo los acontecimientos de ese entorno pueden comprometer su sostenibilidad en el tiempo, entonces, ¿de qué forma el desarrollo de una adecuada gestión logística puede apoyar un proceso de integración organizacional? Surge entonces el concepto de gestión de la cadena de suministro o Supply Chain Management, término que no es nuevo para las tareas logísticas tradicionales, sino una redefinición de su radio de acción o cobertura, es una visión extendida de la cadena de abastecimiento; integrando las cadenas logísticas de los proveedores y clientes más las organizaciones de servicios logísticos que intervienen en la cadena logística primaria.

Partiendo de lo anterior cabría preguntarse … ¿qué es realmente la cadena de abastecimiento? Podría describirse como el paradigma, el esquema de referencia que establece fronteras al estructurar ciertos lineamientos propios de la organización y que en principio permitirán una movilización exitosa dentro de sus límites. (Inicio en las materias primas y finaliza en el o los productos (s) terminado (s)).

Entonces es vital tener muy claro la importancia del término cliente tanto en su perspectiva interna como externa. Por otro lado, este paradigma permitirá evaluar cómo las acciones dentro de la organización van encaminadas hacia el máximo aprovechamiento de los recursos existentes, aprovechamiento que debe traducirse en niveles óptimos de productividad que se resumen en las 3E mencionadas con anterioridad y por ende de rentabilidad.

Para Mora (2011), la logística se convierte en una ventaja competitiva para las empresas ¿razones?, de un desarrollo adecuado de los medios y métodos necesarios que optimicen efectivamente el resultado final de sus operaciones, esto incidirá de forma determinante en las oportunidades de rentabilidad (optimización de niveles de inventario), de eficiencia (optimización de la red de distribución) y de diferenciación ante el cliente (entregas completas y a tiempo).

Expuesto lo anterior el cuándo de la logística desde una perspectiva integral, puede considerar fundamentos filosóficos que se sustenten en principios básicos de filosofías de mejoramiento continuo como el Kaizen y el JIT (Just in Time).
En el primer caso se sientan las bases para analizar y valorar adecuadamente todas y cada una de las actividades que se cumplen dentro de una organización, de hecho no es casualidad afirmar dentro de esta forma de pensamiento …siempre existe una mejor forma de hacer las cosas, y en el segundo caso el alerta va enfocado a una adecuada administración de las compras y los inventarios, aunque puede destacarse que como filosofía el JIT y su sentido oportuno de la acción puede abarcar otras áreas de la organización.

Cultivar una visión integral, compleja y hasta holística del negocio impedirá sucumbir ante la rutina, ante las peligrosas zonas de confort que tentadoramente orientan a realizar procedimientos de forma automática y sin medir todas aquellas consideraciones que se deriven de éstos.

Es por ello que el concepto de Logística Integral pudiera equipararse en principio como el todo dentro del todo, ya que está claro que la logística en sí misma son un conjunto de actividades que son repetidas muchas veces … he allí el gran desafío de la complejidad del concepto. Un ejemplo demostrativo de todo lo expuesto con anterioridad puede ilustrarse en las situaciones planteadas en la lectura La Meta de Eliyahu Goldratt.

En esta publicación tipo novelada, este autor en los diez primeros capítulos de la historia, demuestra con suficiencia, cómo la falta de planificación y el desconocimiento de lo que significa realmente el cliente externo e interno de una organización producen serios desajustes en el normal desarrollo de las actividades de una unidad fabril y cómo esos desajustes afectan seriamente los resultados esperados en cuanto a productividad y satisfacción laboral, para finalmente incidir negativamente en la rentabilidad del negocio.

Ing. Solange C. Noguera


Bibliografía consultada:
Mora, Luis (2011). Gestión Logística Integral. Las mejores prácticas en la cadena de abastecimiento. ECOE Ediciones, Bogotá – Colombia.

Ballou Ronald (2004) Logística. Administración de la Cadena de Suministro. Pearson-Prentice Hall.Quinta Edición. México

Goldratt, Eliyahu. La Meta. Un proceso de mejora continua. 1998. Ediciones Castillo. México